Antes de que cumpliera una semana de haber sido condenado a perpetua por el crimen de Milagros Avellaneda y de su hijo Benicio, Roberto Carlos Rejas se escapó del lugar donde estaba alojado. La Policía inició un amplio operativo para dar con el guardiacárcel y se ordenó que se cierren las fronteras.
El bebe de dos años y su madre fueron vistos por última vez el 28 de octubre de 2016, día en el que fueron a ver al condenado. Nunca más se supo de ella. La fiscala María del Carmen Reuter investigó el caso e imputó a Rejas, a su novia Estefanía Ávila y a su amigo Marcelo Fabián Gómez por la desaparición y el homicidio de ambos, a pesar de que nunca se encontraron sus cuerpos.
Después de casi cinco años de espera, el caso llegó a juicio oral. El tribunal, integrado por Stella Maris Arce, Alicia Freindenber y Eduardo Romero Lascano, decidió condenar a perpetua (la máxima condena que establece el Código Penal) a Rejas y absolvió a los otros dos imputados que llegaron acusados de encubrimiento.
El fallo dado a conocer después de más 12 horas de deliberación tuvo dos situaciones particulares. La primera, que los jueces se comprometieron a revisar la condena si es que el guardiacárcel informaba donde había ocultado su cuerpo. Y la otra, ordenaron que Rejas, por pertenecer al Servicio Penitenciario, sea alojado en la Dirección General de Bomberos, hasta que se resuelva su traslado al penal de Villa Urquiza.
La fuga
Según las primeras versiones, cerca de las 21.30, el condenado solicitó ir al baño para tomarse una ducha. Al demorarse, el custodio ingresó al sanitario para tratar de ver qué estaba sucediendo con él. Al ingresar se dio cuenta de que se había escapado por una ventana.
El baño que utilizó Rejas está en un primer piso. Para salir de ese lugar, después de haber cruzado por una pequeña ventana, se arrojó de una altura de por lo menos dos metros. La extraña versión estaba siendo analizada por peritos de la fuerza y del Equipo Científico Fiscal, dirigidos por el personal que trabaja bajo las órdenes del fiscal Marcelo Leguizamón.
Hasta el cierre de esta edición, no se había informado cuál era la situación del personal policial que se encontraba de guardia en el momento de la fuga. Pero es casi un hecho que se lo pondrá en disponibilidad hasta tanto se defina si alguno tuvo alguna responsabilidad en la fuga
El caso, la sentencia y la fuga de Roberto RejasLos investigadores sostienen que Rejas ya había planeado su fuga. Ayer recibió la visita de tres jóvenes que se movilizaban en un Corsa Classic con vidrios polarizados que dejaron estacionados por calles España. La ventana por donde se escapó da hacia esa calle.
Los pesquisas creen que el condenado se escapó y que se subió a un vehículo que lo estaba esperando. Por ese motivo, al cierre de esta edición, se había alertado al personal de los puestos fronterizos para que controlen a todos los vehículos que salieran de la provincia.
Situaciones extrañas
La fuga del condenado se produjo en un día que estuvo cargado de situaciones extrañas. Por la mañana la madre de Milagros, Amalia Ojeda, mientras caminaba por la calle, fue interceptada por dos jóvenes. “Vieja de mierda cerrá la boca porque te vamos a matar. Dejá de hacer quilombo”, le dijeron. La mujer realizó la denuncia en la seccional 11ª.
Al poco tiempo de que la mujer fuera amenazada, Silvia Furque recibió un llamado de un funcionario de la Casa de Gobierno para preguntarle si necesitaba algún tipo de ayuda. La profesional se mostró sorprendida y después le dijeron que pensaba que uno de sus hijos había fallecido, lo que era totalmente falso.
Las reacciones
Anoche, policías se presentaron en el domicilio de Ojeda para informarle que le dejarían una custodia, pero la mujer la rechazó argumentando “cómo no usaron esos hombres para cuidar que Rejas no se escapara”.
Furque también realizó declaraciones sobre el tema. “Estoy al borde del llanto con todo lo que está pasando. No se puede creer que se haya escapado así”, explicó la profesional en una entrevista con LA GACETA. “Era sabido que esto pasaría. Él no tenía nada que perder después de haber recibido semejante condena. No entiendo por qué los jueces lo enviaron a ese lugar, tendría que haber pasado directo a la cárcel”, concluyó.